28 dic 2021

Las mejores lecturas del 2021

El efecto pandemia no termina todavía. Este año fue un poco tomar los pedazos de todo y volver a armar la vida, el trabajo, incluso los gustos. El tiempo quedó corto para mucho pero algo de la lectura empezó a encontrar su lugar de nuevo, al menos entre los pliegues de la semana. 

Después de varios altibajos, logré alcanzar un total de 52 libros leídos (no tan bien pero no tan mal, ¿verdad?), y la sorpresa de este año fue la enorme, gigantesca variedad en los géneros y estilos. Por eso ahora, sin ningún orden en particular, llega la lista de las mejores lecturas del 2021, un año en el que el objetivo estuvo puesto en volver a disfrutar. Lecturas sorprendentes, encantadoras, originales, perturbadoras, todo junto, todo por acá:


1. Frutos extraños, de Leila Guerriero

La mirada de Leila es una fuerza de la naturaleza, que se traduce con precisión magistral en su escritura. Este libro de crónicas, perfiles, relatos es un viaje por la selva, por los fríos más patagónicos, por el calor del desierto. Todo el mundo en un libro, todas las vidas, todos los colores. Es un ida y vuelta entre personajes memorables, detestables, admirables, humanos y pobres, entre profesiones inverosímiles, entre tragedias y alegrías. 

Leila escribe y nos cautiva.

2. Buenas noches, Laika, de Martha Riva Palacio Obón

Esta es una novela infantil llena de vida y de preguntas sobre ella y sobre la muerte. Desde la trama, desde el contexto histórico tan peculiar, la autora construye un relato muy poético sobre lo que significa perder a una amiga cuando uno es pequeño; sobre lo que significa encontrarse con la muerte antes de tiempo y sobre el proceso y el camino que se puede transitar con ella.


3. Una casa para el abuelo, de Grassa Toro

Un libro álbum demencial y maravilloso, que leímos en el taller de Sandra Siemens, y que cuenta desde su texto y sus ilustraciones el periplo de una familia para encontrar dónde enterrar a su abuelo y lo que luego sucede con ese cadáver y su historia. Me sorprendió enormemente por su irreverencia, por la maravilla que acerca.


4. Historia de un pulóver azul, de Florencia Gattari

Este libro, en realidad, ya lo había leído. Es decir, me lo habían leído, ya había escuchado su historia, en talleres literarios, en congresos. Pero recién este año me lo pude comprar -es de esos tesoros que uno quiere tener en su biblioteca.

Otra historia sobre el paso del tiempo, las abuelas, la muerte y qué hace uno, como niño, para caminar esas aguas. Poético, sensible y claro.


5. Teoría de la gravedad, de Leila Guerriero

Como dice esa famosa frase que surca internet: "this is Leila's world and we're just living in it", que es como decir que ella es la reina y nosotros, sus lectores súbditos. Esta colección de pequeñas crónicas es evidencia pura de la capacidad que tiene Leila para mirar la vida y sus cotidianeidades, romperla, diseccionarla y volver a componerla a partir de las palabras.


6. Siempre nos estamos yendo, de Verónica Sukaczer

Una tremenda novela juvenil sobre la vida de quienes se ven obligados a migrar, sobre persecuciones, sobre ser adolescente en medio de un mundo roto y, como siempre, como en toda novela de Vero, sobre la eterna pregunta por la identidad: quiénes somos y cómo nos narramos. Pueden leer una reseña completísima de esta novela por acá.


7. Un árbol crece y nadie le pregunta por qué, de Eugénio Roda

Un tesorito de poesía y arte, este libro es un maravilloso regalo. Porque, con una edición artesanal y muy bonita, este poemario juega con las palabras y lo que ellas evocan, y traza así un recorrido poético por los caminos comunes y llenos de magia.

Un ejemplo: "Ansiedad. Preguntarle a la panza de la madre qué quiere ser cuando sea grande".


8. Panza de burro, de Andrea Abreu

Esta novela fue una sorpresa y un horror maravilloso. Fue una de esas lecturas que cautivan por su rareza, su morbosidad, como cuando uno no puede evitar mirar el accidente en la autopista. 

La escritura de Andrea es muy peculiar y la voz narradora que construye es el corazón de este relato. La historia de una niña al borde de la adolescencia, de la vida en los márgenes y de su amistad obsesiva, enamorada, tierna, con otra niña.

9. Algarabía, de Catalina Reggiani

La voz de Cata es suave, es una invitación a la (in)comodidad de los secretos, las confidencias, el viaje a través de las vueltas cotidiana de la vida. Sus poemas son cercanos y, al mismo tiempo, encierran misterios sobre cómo funciona el estar vivo.

Es una alegría leer autoras jóvenes, con voz contemporánea, preguntarse sobre la vida y sus bailes.


10. Conversación con el pez, de Juan Carlos Moisés

Una mezcla de la magia, la sencillez, la profundidad y la aventura de la poesía para chicos con el gustito de la poesía de Juarroz. Es un libro difícil de caracterizar en su totalidad porque cada poema es un mundo en sí mismo, que dispara la imaginación y las sensaciones en direcciones nuevas, todo el tiempo.


11. Los entusiasmos, de Laura Wittner

Si un día la vida no parece maravillosa, es momento de leer este libro de poesías. Acá, Laura logra armar una suerte de recetario para el disfrute de la vida cotidiana que es delicioso. De este modo, un día nublado, una tarde de muchos transeúntes por la calle o una pregunta sin respuesta se vuelven objeto de la maravilla y de, claramente, los entusiasmos.


12. El cartero de Neruda, de Antonio Skármeta

A Skármeta lo había leído en uno de sus libros álbums y me había encantado. Esta novela siguió en la misma línea y con nuevos agregados: Antonio se expande, crece con cada línea y dibuja un retrato tan vívido de Chile, de la vida de su protagonista, de su vínculo con Neruda, que se arma la sensación de estar con ellos, de sentir la espuma de mar sobre los labios, el calor del verano, el viento despelotado, la música nocturna. Una hermosa lectura de verano.


13. Walk Two Moons, de Sharon Creech

Recuerdo que arranqué el año leyendo esta novela. Recuerdo que la terminé llorando, en enero, en medio de la playa. Sharon Creech tiene no sólo la capacidad de contar historias demoledoras y hermosas sino una escritura que le permite hacerlo con suavidad y dolor. Su narrativa es poética, sus personajes están muy vivos, y esta historia, sobre una madre ausente, una búsqueda y una tragedia, es una locura.


Creo que hacía tiempo que una lista de las mejores lecturas no tenía tantos libros. Tampoco tan variados: novelas, crónicas, poesía, libros álbum; libros publicados hace años, libros nuevitos, de este año. Me reconforta pensar que, después de lo desafiante que fue leer durante la pandemia, la literatura vuelve a ser un refugio, de muchos brazos, lleno de gente, siempre lista a recibir.

Que el próximo año siga en este camino y traiga todos los tesoros que se siguen encontrando.

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