25 abr 2019

De premios y menciones: El Barco de Vapor

El tiempo de la Feria Internacional del Libro, que arranca hoy, es tiempo de encuentros entre autores, editores, ilustradores, lectores, fanáticos grandes y chicos, y es también tiempo de grandes anuncios, presentaciones de libros y premiaciones. 

Ayer se entregó, por ejemplo, en el marco de las Jornadas Profesionales de la Feria, el premio El Barco de Vapor y su mención especial, de la editorial SM. 

¿Qué autores ganaron, qué historias traen, qué queremos leer en estos días?

Premio El Barco de Vapor 2019 (editorial SM): Bombay, de Sandra Siemens, ilustrado por Isol.


Dentro de la colección azul de El Barco (a partir de 7 años), Bombay presenta una historia de diálogos y preguntas. Reinita, Elena, es una niña curiosa, que piensa mucho y pregunta mucho, y Bombay, su gato-pantera, es su oyente preferido.

Con una narración que nos llega desde Reinita, la novela presenta un tono muy amistoso, sencillo y accesible, que realmente crea la sensación de estar escuchando una conversación. Las preguntas que tiene esta niña son cercanas y amplias, y abarcan diversos tópicos (¿De dónde sale el amor? ¿Todas las familias tienen bigotes? Y, sobre todo, ¡¿un hermano?! ¿De dónde viene?). Por ejemplo, un fragmento:
"Bombay, ¿me podés explicar para qué sirven los hermanos?
¡¿Y entonces?!
Yo digo: si no sirven para nada, ¿por qué los grandes te quieren convencer? ¡Si quieren un hermano, que se busquen uno para ellos! ¿No, Bombay?
¿A vos también te parece una idea horrible?
Bueno, pero igual te lo tenía que preguntar, Bombay.
Vos sos una pantera.
Yo soy una reinita.
¡Listo!"
Suave e inocente, una historia para ser leída en voz alta.

Mención especial El Barco de Vapor 2019 (editorial SM): Treinta y siete días después, de Florencia Gattari y Alberto Rojas Apel, ilustrado por Daniel Rabanal.

Dentro de la colección roja de El Barco (a partir de 12 años), Treinta y siete días después cuenta la historia de Lucas, un chico, que tiene un padre y una madre, una familia que está en proceso de desentrañar cómo ser familia. Cuenta también la historia de Lucas con el básquet, su amigo Roni y de su recién-nacido-vínculo con Esmeralda, Esme Jorasí. Además, trae la historia de una serie de televisión, de un apocalipsis zombie, y de unos vikingos con hijos que entrenan. Todo, todo.

Con una narración clara, fresca, y llena de referencias y guiños bien contemporáneos pero precisos, la historia se cubre de un tono juvenil y despreocupado pero, de nuevo, inmensamente preciso en su búsqueda por traducir las experiencias en los vínculos. Por ejemplo, uno de mis pasajes favoritos:
"Lo sorprende un ruido en el celular: es un mensaje de su mamá. [...] Si los sustantivos se dividen en abstractos y concretos, debería haber una ley que obligara a poner al menos un sustantivo concreto por oración. Por ejemplo: La comitiva se concentra en el controvertido tema de la desvinculación de la vicisitud de la banana. Banana es algo que uno puede imaginarse. En cambio su mamá dice cosas de adultos que vamos a resolver entre adultos, y es como la desvinculación de la vicisitud. [...] La parte de que ella lo quiere, esa se entiende. Esa es su banana".
Una historia de idas y venidas, vueltas sin cierre y mucha humanidad, como la vida misma.

¿Más? ¡Más!
SM anunció que el premio Gran Angular (¡primera vez en Argentina!) lo ganó Constelación de nado, novela de Mariana Furiasse, y hubo dos menciones especiales: Dos tardes con Trini, de Mario Méndez, y Menos miedo, de Márgara Averbach. Así que quedamos a la espera de las publicaciones, para leer, pensar y charlar.

¡Y habrá más! Más premios, más libros, más Feria. Estén atentos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...