Clary Fray no es dueña de una vida normal. Es una cazadora de sombras, su madre está en un coma mágico y ella, de pronto, puede ver demonios y otros seres como hombres lobo, vampiros y hadas. Nada es normal en su vida. Si Clary abandonara el mundo de los cazadores de sombras, eso significaría más tiempo con Simon, que se está volviendo algo más que su mejor amigo. Pero el mundo de los cazadores de sombras no está listo para dejarla ir, especialmente su nuevo hermano Jace. Además, la única posibilidad que tiene Clary para ayudar a despertar a su madre es encontrar a Valentine, un cazador de sombras rebelde, loco, malvado, que también es su padre.
Para complicar áun más las cosas, alguien está asesinando niños subterráneos. ¿Está Valentine detrás de estos asesinatos? Si es así, ¿qué está tratando de hacer? Cuando el segundo de los Instrumentos Mortales, la Espada, es robada, la Inquisidora llega para investigar y se concentra en Jace. ¿Cómo puede Clary detener a Valentine si Jace está dispuesto a traicionar todo lo que cree con tal de ayudar a su padre?
En esta segunda entrega de la saga de Cazadores de Sombras la tensión que escala en el final del primer libro se continúa a lo largo de toda la historia. Con la terrible revelación de que Jace y Clary son hermanos e hijos de Valentine, la historia comienza a adentrarse en la oscuridad del pasado de las familias y los cazadores que crecieron junto a Valentine.
El primer libro funcionaba a modo de introducción al mundo de los cazadores, los subterráneos y los demonios, y Ciudad de Ceniza aprovecha que ya no hay que explicar demasiadas cosas y comienza a introducirse en la mitología propia de estos mundos que habitan el mundo mundano. Los personajes que acompañan a Clary - Isabelle, Alec, Simon, Luke y los demás personajes que comienzan a incorporarse a la historia - reciben un tratamiento muy distinto al del primer libro. Hay una profundización muy notoria de sus conflictos internos, de sus deseos y sus búsquedas, y todos se van configurando como seres muy complejos. El desarrollo es paulatino y en ningún momento se siente forzado. Los personajes se despliegan con sutileza, definiéndose cada vez más, separándose e identificándose como únicos.
Resulta interesante también la forma en que la relación entre Clary y Simon se desarrolla en este libro. Muy de acuerdo con la complejidad de la relación entre Jace y Clary, Cassandra Clare explora otras posibilidades, poniendo en jaque los deseos de los personajes, los posibles y los prohibidos, y demostrando que esta no es una historia sobre Clary únicamente. Simon merece un tratamiento muy especial en este libro, con avances en la historia que cambian su vida por completo y mantienen en vilo al lector. Cambios irreversibles dan un giro inesperado a la historia y abren puertas a nuevas posibilidades y nuevas complicaciones, que dejan al lector preguntándose cómo va a hacer la autora para continuar una historia que cada vez apuesta más alto.
La aventura no se hace desear y la historia estalla continuamente en escenas de acción que se corresponden en gran medida con las del primer libro. Sin embargo, también de forma paulatina, la acción escala, los conflictos entran en tensión, y la historia construye clima para la batalla final que se desata en un escenario muy poco común. Nuevamente, en apenas un par de capítulos hacia el final, Cassandra Clare planta nuevas incógnitas y descubrimientos que profundizan la complejidad del mundo fantástico y obligan a continuar hacia el próximo libro sin escalas.
Trabajando con la delicadeza de un artesano, Cassandra Clare construye y esculpe una historia tan antigua como el mundo mismo en un espectro de personajes jóvenes, llenos de dudas y sueños, que se ven lanzados en una batalla mucho más grande de lo que ellos creen y se ven puestos a prueba todo el tiempo. Las preguntas sobre la amistad, el amor, la lealtad, la familia y los lazos de sangre habitan la historia, enriqueciendo las escenas de acción y revelando una dimensión interior, más profunda, que sostiene todo el hilo de la historia. Una lectura que atrapa tanto o más que el primer libro, que arroja más interrogantes que respuestas, y que prepara para una continuación que promete aún mucho más.
Trabajando con la delicadeza de un artesano, Cassandra Clare construye y esculpe una historia tan antigua como el mundo mismo en un espectro de personajes jóvenes, llenos de dudas y sueños, que se ven lanzados en una batalla mucho más grande de lo que ellos creen y se ven puestos a prueba todo el tiempo. Las preguntas sobre la amistad, el amor, la lealtad, la familia y los lazos de sangre habitan la historia, enriqueciendo las escenas de acción y revelando una dimensión interior, más profunda, que sostiene todo el hilo de la historia. Una lectura que atrapa tanto o más que el primer libro, que arroja más interrogantes que respuestas, y que prepara para una continuación que promete aún mucho más.
¡Hola!
ResponderEliminarMe gusto muchísimo esta trilogia, pero me quedo con el cuarto jeje :)
Por cierto, quiero hacer una pregunta acerca de los libro (ya que hace como dos años que los lei y mucho no me acuerdo bien) porque Simon puede ver a los cazadores de sombras, no logro recordarlo :(.
¡Besos!