Perdida y rota, lo único que pueden pensar Celaena es en vengar la muerte de su amiga más querida; como la asesina oficial del rey de Adarlan está condenada a servir a ese tirano, pero él ya va a pagar por lo que hizo. Cualquier esperanza que Celaena tenga de destruir al rey reside en las respuestas que se encuentran en Wendlyn.
Sacrificando su futuro, Chaol, el capitán de la guardia del rey, ha enviado a Celaena allí para protegerla, pero los demonios más oscuros de la asesina habitan en el mismo lugar. Si ella logra superarlos, se convertirá en la amenaza más grande para Adarlan, y en su enemigo más fuerte.
Mientras Celaena aprende sobre su verdadero destino, los ojos de Erilea están en Wendlyn, donde una fuerza brutal se prepara para tomar los cielos. ¿Encontrará Celaena la fuerza no sólo para ganar sus batallas interiores sino también para luchar una guerra que enfrentará sus lealtades y vínculos?
Empecé a leer esta saga hace un montón, y nunca reseñé el segundo libro porque siempre se puede ser un desastre. Así que con esta breve reseña recapitularé lo (poco) que recuerdo del segundo libro, para aliviar la culpa.
El primer libro (de este sí existe una reseña) presentaba una historia lineal, con tópicos comunes que, de pronto, en los últimos dos o tres capítulos, se daban vuelta por completo. Lo que parecía una historia básica de una aventura en la corte se vuelve el anuncio de una historia de origen de una gran heroína. Así, con esa vuelta de tuerca, el segundo libro comienza juntando los cabos que habían quedado apenas anunciados.
El segundo libro se transforma en la historia de la deconstrucción de la protagonista, Celaena. Se descubre más de su pasado, se revela un destino prometedor y todo se cae a pedazos cuando una serie de eventos brutales deja a Celaena emocionalmente arruinada.
Y acá entramos en el tercer libro, donde todo, una vez más, se da vuelta y, ¡qué bien que le sale a la autora! Porque desde un principio toma opciones osadas: separa a los protagonistas y los manda a las dos puntas más extremas del mundo, habilitando entonces una historia enorme y con múltiples puntos de vista (¡que nunca cansan!); introduce a un nuevo personaje de otra raza, con otras aspiraciones y lo mezcla en la tramoya política que se está develando; establece unos flashbacks pesados que levantan la historia y la hacen más épica... La lista podría continuar.
Sarah J. Mass tiene un don muy raro en medio de tanta literatura juvenil en inglés: puede tomar los estereotipos de las historias fantásticas y retorcerlos un poco más para que traigan un aire nuevo en medio de tanto vicio literario.
La historia se vuelve grande, el anuncio de una revolución y una nueva era, el inicio del cumplimiento de un destino,wow).
y a este libro le toca narrar uno de los momentos más difíciles de lograr: el momento en que el protagonista asume quién es, supera los límites interiores impuestos o autoimpuestos y se lanza con todo a reclamar su lugar en el mundo. Sarah J. Mass lo hace bien, con profundidad, con emoción cruda y aprovechando para seguir construyendo un personaje muy multifacético (y seguir sumando personajes con nombres raros,
Realmente todavía no sé si esta saga se me volvió la lectura culposa/placentera de este año u objetivamente Sarah J. Mass está logrando una saga fuerte, original y muy, muy atrapante. Quizás un poco de ambas.
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