Abro un nuevo capítulo en la discusión sobre la literatura juvenil. Me pasaron el link a una entrada en el blog de Maite Carranza sobre la Feria del Libro en Madrid y, leyendo distraídamente, me encontré con un fragmento que se resaltó por sí solo:
En el acto se charló sobre la importancia de los blogs literarios, el proceso creativo, las últimas tendencias en literatura juvenil y las relaciones editor-escritor-crítica.Muy interesante. Y sobretodo estimulante. Tal y como se dijo en voz alta y clara los blogs juveniles suplen ese vacío angustioso que había rodeado el fenómeno de la literatura juvenil ignorado por las instancias sesudas. Ya era hora.
En una simple y sencilla oración, Maite Carranza sabe resumir perfectamente esta situación: la literatura juvenil está fuera de consideración para los ambientes y espacios más "sesudos" y ha encontrado otro espacio, los blogs.
Estando dentro de lo que se podría considerar uno de esos espacios intelectualoides puedo dar fe de esto. La literatura juvenil es un híbrido comercial carente de valor literario que, como tal, no merece siquiera ser considerado digno de análisis. Eso dicen, esa es la premisa. Es ignorada, arrojada al depósito donde hace ya tiempo arrojaron también a la literatura infantil - que gracias a mentes más lúcidas y tiempos nuevos comenzó a ser recuperada.
La literatura juvenil queda así rodeada por el vacío de la crítica. No hay lecturas, análisis de personajes, comparaciones entre novelas o sagas. ¿Dónde está la pregunta por descubrir qué motiva las tendencias en las temáticas de los libros juveniles? ¿Qué disparó la transición de la magia y fantasía hacia las distopías en este último tiempo? Las respuestas comerciales no son suficientes, no valen nada. Sería interesante, como lector, poder toparse con artículos que den cuenta de estas cosas, que apunten a un análisis, aunque sea tímido, de estos libros.
¿Por qué serían menos importantes las historias que le ocurren a niñas adolescentes, jóvenes magos o bestias post-apocalípticas?
Por suerte los blogs le abrieron sus puertas a la literatura juvenil. Supongo que deseosos de compartir experiencias y emociones de estos libros, los primeros bloggeros buscaron un espacio donde poder hacerlo y encontraron que no había ninguno, viéndose obligados a crearlo ellos mismos. Ahora es posible encontrar reseñas, análisis de personajes e, incluso, revistas digitales dedicadas a esta literatura.
Nuevos modos de lectura suscitan nuevos modos de escritura, y aquí estamos, saciando nuestra sed de lecturas juveniles en blogs dedicados e interesantes, repletos de recomendaciones y desafíos de lectura. Sólo esperemos que de acá surja una avidez por complejizar los análisis y lecturas y así se pueda trascender hacia todavía más espacios.
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