12 sept 2019

Adolescentes y poesía: la escuela y las redes

En el marco del Diploma Superior en Lectura, Escritura y Educación que estoy realizando en FLACSO este año, las lecturas y las clases me llevaron a preguntarme por el vínculo de los adolescentes con la poesía. Porque, hoy en día, la poesía gana y recupera espacio y visibilidad en la literatura infantil gracias a diversos premios literarios y a la difusión y publicación de teoría crítica sobre el tema. Pero, frente a esto, es posible preguntarse qué sucede con los jóvenes, la lectura y el encuentro con la poesía en la etapa del secundario. Así surgió este trabajo:


Una primera mirada sobre la escuela secundaria nos muestra el predominio de una lectura que apunta a la mera comprensión de la información presente en un texto. Jorge Larrosa (2005) explica en relación a esto que la demanda de evaluación en la educación, por un lado, y la idea de la lengua como “soporte y transporte de información” (p. 7), por el otro, hacen de la escuela un espacio en el que se trabaja la lengua, la lectura y la escritura con el objetivo de comunicar y comprender, privilegiando transparencia, eficacia y claridad por sobre cualquier otra posibilidad.

Así es como, en general, los adolescentes creen que leer poesía es lanzarse a buscar “qué quiso decir el poeta”, y esto, dice Cecilia Pisos (2019) “significa dejar de lado la riqueza de las múltiples respuestas a la pregunta ‘qué está convocando el poema en mí’” (p. 230). La posibilidad de disfrutar y de verse interpelados por el poema se transforma en una dimensión de difícil acceso porque ha quedado apartada por la orden imperante de “entender, comprender, reproducir” que predomina en el ámbito escolar.

El avance de los alumnos en el proceso de escolaridad demanda en ellos cada vez más comprensión y menos juego, más entendimiento y seriedad y menos experiencias que los involucren con todo el cuerpo. Es en este sentido que la experiencia poética como tal se ve coartada:
El pasaje al primer ciclo de la escolaridad básica conlleva la muerte y duelo de experiencias con la poesía de tipo holístico, es decir, que involucren a los chicos en “cuerpo y alma”, y son reemplazadas por actividades de estudio conceptual de los aspectos lingüísticos de los poemas. (Pisos: 2019, p. 228)
Sin embargo, en una entrevista de Julieta Botto (2017), Ruth Kaufman dice que en la adolescencia "hay un canal abierto, a esa edad, de conexión con la poesía. No es que se cierre después, pero a esta edad, pareciera que resulta 'natural' asumir y escuchar la voz de la poesía" (p. 6). ¿Dónde y cómo, entonces, halla su espacio la pulsión poética y lúdica de los adolescentes? ¿En qué ámbito se produce el encuentro con la palabra poética más allá del mandato escolar?

Una respuesta a esto puede hallarse en las redes sociales. En Instagram, por ejemplo, usuarios como Rupi Kaur, de Canadá, o Maru Leone, de Argentina, chicas de entre 26 y 30 años, publican poemas y poseen entre doscientos mil y tres millones de seguidores cada una. La recepción de sus obras entre los jóvenes es tal que cada una ha publicado su propia antología.

Sus poemas, breves, sobre temas como el amor, la soledad, la experiencia del desamor, la complejidad del ser mujer, la tristeza, el feminismo, el abuso, son de fácil acceso, sencillos, y presentan un lenguaje coloquial. Aparece allí lo autobiográfico, las experiencias de vida cotidianas y de pequeñas o grandes anécdotas, que ponen en primer plano la voz de las autoras y sus vivencias y pasiones. En relación a esto, Ruth Kaufman dice sobre la adolescencia en el primer episodio de “Susurro y altavoz” (2017) que “es un momento clásico de empezar a escribir y tener mucho vínculo con la escritura porque te pasan muchas cosas, estás muy atravesado y la escritura es un lugar donde podés pensar lo que te pasa, te podés desahogar”. Este vínculo con la escritura y la expresión no siempre se hace visible en el ámbito escolar, sin embargo, en las redes sociales se ha abierto un espacio sin otras reglas más que las estéticas que permite que la experiencia poética juvenil aflore sin exigencias ni demandas de análisis. Allí, lo que los jóvenes piensan, sienten y experimentan se ubica en el centro, encuentra un lugar donde ser plasmado en palabras y, sobre todo, compartido con otros.

Las redes, entonces, parecerían estar en el corazón del despliegue de la palabra poética juvenil porque se presentan como un lugar democrático, tanto para escritores como para lectores, donde las reglas del juego son abismalmente diferentes a las del ámbito escolar. Allí el acceso para crear un usuario, publicar, comentar y compartir es igual para todos, tanto para grandes autores ya reconocidos como para aquel que recién empieza a escribir, y es allí donde la poesía, que en el aula queda catalogada como una lectura y escritura “de unos pocos” o “sólo para algunos”, se mueve con libertad y se vuelve herramienta de todos.

La dificultad para “entender” el poema que suele aparecer en la escuela y fastidia a los alumnos es derribada de base en los movimientos en las redes sociales porque allí el foco, tanto a la hora de leer como de escribir, se desplaza a lo que mencionaba antes Cecilia Pisos (2019): ya no importa qué quiso decir el poeta sino qué evoca el poema en mí. Tal vez la ausencia de la mirada del docente en este ámbito, que organiza y rige la clase escolar, que conduce también a los alumnos en la lectura y el trabajo con los textos, sea algo de lo que permite que la atención quede puesta en la experiencia del lector y no tanto en la idea de que hay un mensaje a descifrar en el poema. En el mundo de las redes es el lector, el usuario, quien tiene la última y la única palabra, no hay nadie “por encima” que tenga la voz autorizada y el saber absoluto, porque “la revolución de la textualidad digital constituye también una mutación epistemológica que transforma las modalidades de construcción y acreditación de los discursos del saber” (Chartier: 2010, p. 21).

Las redes sociales, personales y, al mismo tiempo, comunitarias, sociales y abiertas, responden en gran medida a lo propuesto por Paula Sibilia (2005) en su conferencia en las 24as Jornadas de Educación: “Visibilidad y conexión son dos vectores fundamentales de los modos de ser contemporáneos, […] para construir la propia subjetividad y para relacionarnos con los demás”. Las redes responden a los modos contemporáneos de construcción del yo porque visibilizan y ofrecen una experiencia visual y estética, otorgan voz a todos los usuarios y permiten conexiones que en otros ámbitos, incluso el escolar, no suceden necesariamente. Es tal vez por esto que ellas son el espacio elegido por los jóvenes para experimentar con la lectura y la escritura de poesía que, bien sabemos, también permite indagar en el yo y su construcción. 

Se puede ver, por lo tanto, que frente al acartonamiento que muchas veces se encuentra en el ámbito escolar secundario la pulsión juvenil por la palabra y la poesía encuentra otro camino posible que responde al modo de ser contemporáneo de los jóvenes. Así, en las redes sociales, cercanas a los jóvenes y accesibles en su uso, democráticas y comunitarias, se forma un espacio atravesado por la palabra poética que privilegia la voz del joven y la experimentación. Quizás el siguiente camino sea indagar y pensar de qué modo conjugar esta experiencia con la escolar para continuar favoreciendo el encuentro de los jóvenes con la poesía.

El camino en el Diploma continúa y también estas preguntas. Algo de lo que fue surgiendo en este trabajo lo presenté en el X Congreso Nacional de Didáctica de la Lengua y la Literatura, el mes pasado, en la Universidad de San Martín (y pronto se podrá leer en las actas), pero hay todavía mucho para seguir preguntándose, leyendo y dialogando.

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Referencias bibliográficas
Arias, A.M. (productor), Kaufman, R (conductora), (2017), “Susurro y altavoz” [serie de televisión]. Argentina: Canal Encuentro.
Botto, J. (16 de mayo de 2017), “Poesía en la tele, entre susurros y altavoces”. Infobae [Fecha de consulta: julio, 2019]. Disponible en: https://www.infobae.com/cultura/2017/05/16/poesia-en-la-tele-entre-susurros-y-altavoces/
Chartier, R. (2010), “Aprender a leer, leer para aprender”. En www.lalectura.es [Fecha de consulta: julio, 2019]. Disponible en: www.lalectura.es/2008/chartier.pdf
Larrosa, J. (2005), Leer (y enseñar a leer) entre las lenguas. Clase 1. Bloque 1. En Diploma Superior en Lectura, escritura y educación. FLACSO Argentina [Fecha de consulta: julio, 2019]. Disponible en flacso.org.ar/flacso-virtual
Pisos, C. (2019), “De rimar a mirar: apuntes sobre la emergencia de un género LIJ más inclusivo”. En Renovar el asombro. Un panorama de la poesía infantil y juvenil contemporánea en español. Cuenca: Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha, 2019.
Sibilia, P. (2015), "Convivir y aprender entre redes o paredes". Conferencia. 24° Jornadas Internacionales de Educación, Lectura y Educación. Buenos Aires, mayo, 2015. [Fecha de consulta: julio, 2019]. Disponible en http://www.paulasibilia.com/conferencias-videos

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