El camino de Sherlock, No es fácil ser Watson y No me digas Bond son los libros de Andrea Ferrari (todos de editorial Santillana/Loqueleo) que conforman la trilogía de Francisco Méndez, un chico de apenas 14 años que es fanático hasta la médula de Sherlock Holmes y sus historias.
Cada novela se centra en un período de vida distinto del protagonista y tiene como eje central la resolución de un crimen o misterio, respetando los rasgos propios del género policial. Francisco Méndez, por supuesto, se pone en la piel del detective y es el encargado principal de resolver cada caso.
Las tres novelas son entretenidas en cuanto a la trama y al misterio que presenta cada una, pero lo más interesante de la trilogía radica, esencialmente, en la reactualización del personaje de Holmes. Andrea Ferrari logra acercar los rasgos clásicos del personaje y presentarlos en un estudiante de secundaria con fluidez y naturalidad. Es el primer libro, en este sentido, el que mejor ilustra al personaje con todas sus peculiaridades, dado que, además de presentarlo, está narrado por él mismo. Francisco Méndez es astuto, inteligente, solitario y tímido, y experimenta todas las dificultades sociales propias de un adolescente que, en esencia —y en el fondo—, también quiere ser parte, sentirse uno más, ser incluido.
La narración, tanto en el primer libro como en los siguientes, en los que el punto de vista varía, está salpicada con frases textuales de diálogos de Holmes provenientes de las novelas de Conan Doyle, que ilustran a la perfección las situaciones que atraviesan los chicos. Este recurso permite introducir de manera divertida el carácter del Holmes original y hacer referencia a los textos clásicos.
A Francisco lo acompaña la nueva versión de Watson, otro chico que tiene una personalidad mucho menos marcada pero que logra hacer de contrapeso para la seriedad y la erudición de su amigo (y que ofrece el componente más desafiante para Sherlock: el interés por el género femenino). La segunda novela, fiel también a la narración de Doyle, ya sí aparece narrada por él. De este modo, como cierre de las aventuras, la tercera ofrece una narración alternada: algunos capítulos quedan a cargo de Holmes y, otros, de Watson.
Con tramas policiales verosímiles y entretenidas, estas novelas logran actualizar de modo original y entretenido a Holmes y Watson, sumergiéndolos en la realidad adolescente y permitiéndoles moverse con naturalidad en ese ambiente.