La nueva novela de Verónica Sukaczer se llama Siempre nos estamos yendo (publicada por Nube de Tinta, de Penguin Random House) y es una historia que también corrió y le escapó con vida a la pandemia hasta poder transformarse en el libro que es hoy.
Tuve el inmenso privilegio de leerla cuando todavía era sólo un archivo digital y, regresar a ella ahora, en papel, con sus páginas marcadas por el paso de Zinnia y Jaz, me hizo burbujas en la memoria y me trajo las mismas sensaciones de hace años, cuando por primera vez conocí a estos personajes. Su historia permanece viva, vibrante.