10 mar 2021

LIJ de verano: Poesía de lo cotidiano

 El verano continúa y el camino a través de la literatura para niños, niñas y adolescentes también. En esta ocasión, nos damos un primer chapuzón en la poesía para chicos y chicas de la mano de dos autores argentinos maravillosos.

La entrega completa, acá abajo (y para recibir la próxima entrega, podés suscribirte por acá).


La poesía para niños y niñas está en un momento de crecimiento, de despliegue y de descubrimiento, es decir, es pura invitación a encontrarnos con ella y con nosotros en sus versos.  Así, podemos cruzarnos con poemarios muy diversos, de autores de todo el mundo (y, ¡alegría!, muchos de Latinoamérica) y armar recorridos de lectura fantásticos y, también, muy cercanos. Para comenzar, en la entrega de hoy, que será la primera sobre poesía, vamos a mirar cerca a dos poetas que saben iluminar lo cotidiano.

El sonido de lo cercano

Eduardo Abel Gimenez es un escritor, especialista en juegos de ingenio, (gran) tallerista y poeta argentino, con un ojo atento y delicado, que pinta los detalles de la vida con una enormidad muy evocativa. Su ya famoso Tus ojos (ilustrado por Cecilia Afonso Esteves), por ejemplo, enumera todas las comparaciones posibles para, justamente, hablar de tus ojos (¡y nada más que eso!), y lo hace a través de la composición de imágenes inesperadas y simpáticas, de juegos con los sonidos de las letras y de mucha, mucha imaginación:
 

Tus ojos son
como una cuerda floja

de Chile a China,
como un tren de juguete
de Estambul a España,
como un puente de bambú
de Japón a Jamaica,
como una nave espacial
impulsada por el viento del sol
de Venezuela a Venus.

 



Tus ojos son
como el dolor de una sonrisa
a destiempo,
como un adiós,
como las hojas secas
que caen hacia el agua,
como el comienzo del eclipse,
como un fantasma
en el espejo,
como la última gota
en el frasco de perfume,

como ir a un lugar
que ya no existe.


Todo el libro se sostiene a partir de la comparación "tus ojos son como", en un único gran poema que es varios al mismo tiempo. Así, con el juego que se genera sólo con ese recurso, los ojos cobran vida y se transforman en el mundo entero. En El hilo (ilustrado por Claudia Degliuomini), por otro lado, la poesía de Eduardo es un susurro que teje un camino suave a través de las ilustraciones en acuarela, deteniéndose en pequeñas escenas que comienzan cotidianas y luego se abren, se vuelven una exploración de lo posible y una historia por ser contada. 

La lluvia
suena como una ola
que nunca termina de romper.

 



Para no manchar la alfombra,
se acostumbró a caminar por
.oɥɔǝʇ ʅǝ


Cada pequeño poema es de nuevo un relato en sí mismo y, a la vez, un único poema entrelazado por el hilo de la escritura de Eduardo. También en Justo cuando (otro libro ilustrado por Cecilia Afonso Esteves que, además, ¡viene con stickers!, como si nos invitara a los propios lectores a construir nuestros poemas geométricos), la mirada de Eduardo Abel Gimenez se detiene en esos instantes del día a día (y también en los extraordinarios) para explorarlos y explotarlos en todo su alcance y sensación.

Cuando estás por cruzar la calle
y empieza el otoño.

Cuando sale el sol
al otro lado de los párpados cerrados.

Cuando la mancha de luz
te llega a la punta de los pies.


La poesía de Eduardo nos encuentra y nos invita a mirarla, leerla, disfrutarla, y volverla a encontrar. Es una poesía que tiene una honestidad, una humildad, una sencillez que permiten que se nos filtre y que llegue ahí, justo ahí, donde la poesía puede anidar en nosotros, hacernos olvidar de la cabeza y del entender, y dejarnos sólo disfrutar, como a los niños y niñas.


El universo en un verso

Juan Lima es un diseñador gráfico, ilustrador, “artista visual”  argentino, que también se lanzó de lleno a la poesía. Tuve la oportunidad de hablar un poco de él en esta entrega del maravilloso newsletter del Club de poemas. Si a él aún no lo leyeron, puedo decir que su poesía es un festín: palabras e imágenes que toman por asalto, agarran de la mano y sumergen en la madriguera poética. Cada proyecto suyo es una investigación a fondo sobre un tema que le interesa, que lo inquieta. Así, a través de la imagen y de la palabra indaga en las profundidades del tópico que convoca su atención.

En el caso de Un día, un gato, por ejemplo, Juan Lima justamente centra toda su atención en el “enigmático cosmos de los gatos”, y nos encontramos allí con un libro entero que es una oda a los gatos, sus modos, costumbres y misteriosos comportamientos. Cada uno de los poemas de Juan Lima está acompañado por una imagen o ilustración, y lo que es muy original en este caso es que él se encargó de invitar a otros artistas y diseñadores amigos para que lo ayudaran a investigar desde lo visual.

El gato pone una pata
en la realidad
y luego la otra
(cauteloso)
en el misterio
desde donde nos mira
con un solo ojo
como diciendo
estoy aquí
pero enseguida
vuelvo


De este modo, la poesía se vuelve un camino para investigar lo cercano, lo cotidiano, y descubrir en eso al universo entero. Botánica poética y Astronomía poética, por ejemplo, son dos respuestas a esto, dos libros de poesía donde Juan Lima revisa estos temas (el mundo vegetal y el universo), desde la palabra y también desde la imagen, porque ambos libros presentan composiciones, fotografías y collages que complementan cada poema.

Nunca le creas
ni media palabra a la papaya
andá a saber con qué cara
se levanta de la siesta
parece un melón
cambiando de humor
a cada rato

es fruta de agua
y la Luna hace lo que quiere 
con sus mareas

(la papaya tiene cara de poeta
que ya no se afeita)

 



Cuando
son las siete
de la tarde
en Calamuchita
serían más o menos
las 00000082,509
en Plutón

el Tiempo
no se desenchufa
pasa de largo
gotea infinitamente
como una
       es
          ta
    lac
       ti
      ta


Sus poemas son puro juego exploratorio, casi como preguntas que se han transformado en una poesía que funciona, al mismo tiempo, como pregunta y posible respuesta. Esto, entonces, permite que allí todo tenga lugar y que asuntos que parecen completamente diferentes queden unidos: palabra e imagen; ciencia y arte; lenguaje coloquial y poético.

Unir, jugar, explorar, indagar. Juan Lima como poeta y artista es un niño que no frena, que hace las preguntas que todos queremos hacer pero no siempre nos animamos, porque a veces nos parecen pequeñas o sencillas. Su poesía y sus imágenes nos dicen lo contrario: toda pregunta es importante, central, para entender la vida y disfrutar sus cosas.

Entonces, animarse y, en el camino, divertirse mucho. La poesía para niños y niñas tiene más para decirnos y mostrarnos, más autores para presentarnos y música para compartirnos. A no preocuparse, habrá una segunda entrega con más.

 

Para seguir leyendo
 
Si quieren saber un poco más sobre Eduardo Abel Gimenez y su escritura, mi recomendación es lanzarse directamente a la aventura con 23 microcuentos, un tesoro hecho a mano por la editorial Dábale arroz que consiste en un frasco hermoso lleno de 23 cuentos en 23 papeles diferentes.
 
Estaba remando de regreso cuando me empecé a despertar. Primero desaparecieron los remos. Luego la sensación de movimiento. Por último, el bote. Abrí los ojos justo antes de caerme al agua.


Abrir el frasco, elegir un papel al azar, leer un microcuento (un pequeño policial, un sueño, un relato de ciencia ficción, un breve romance). Una aventura para grandes y chicos que, además, deja con ganas de ponerse a escribir y armar un cofre propio de relatos.
 
Novedades

Los entusiasmos, Laura Wittner y Matías Acosta. Editorial Del Naranjo, 2019.
 
No hay nombre más apropiado para este libro: Los entusiasmos es una mirada juguetona y sincera de la vida de todos los días, de sus momentos sencillos y especiales, y de las cosas y experiencias que se cruzan con nosotros mientras vivimos en nuestras casas. Así, tanto las cucharitas de madera para los helados y las bolsas con lana como las tardes de lluvia o los croûtons de nuestras sopas encuentran lugar en las palabras de Laura y las ilustraciones de Matías.
 
Chinches en latita chata

¿Es el manchón de color,
el chasquido de los pinches
o el simpático bochinche
que rechina en el tambor
de esta lata con mil chinches
lo que le da su chinchín,
su chispa y su chucu-chucu,
su chiflete parlanchín?


Juegos sonoros, rimas con ritmo e imágenes delicadas, pero llenas de color y también vibrantes cubren cada página para luego transformarse en las formas y gradientes de las ilustraciones. Un libro para leer y volver a leer mientras se redescubre el ritmo de la vida en el hogar.

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