No todo don es una bendición.
Todas las mañanas, Melanie espera en su celda a que la vengan a buscar para ir a clase.
Cuando la buscan, el Sargento Parks le apunta con su arma todo el tiempo, mientras otros dos soldados la atan a una silla de ruedas. Ella cree que no la quieren. Ella bromea con que no los va a morder. Pero ninguno ríe.
Melanie es una niña muy especial.
Otra vez, un libro que me llevo tiempo procesar para poder reseñar. No lo conocía, no tenía idea de qué trataba, pero leí un par de reseñas y la curiosidad pudo más. Meses después, la historia todavía me persigue y me maravilla.
Este es uno de esos libros que conviene leer sabiendo lo menos posible. La sinopsis ya trabaja con eso: sugerir y presentar a la protagonista pero no dar datos certeros sobre qué es lo que realmente está pasando. Esto hace que escribir una reseña se complique un poco.
Qué es lo que sí puedo decir sobre este libro:
Tiene un trabajo muy detallado y elaborado en la narración. Las imágenes que presenta son fuertes y convincentes, con giros calculados y un control asombroso de la velocidad de la acción. Juega mucho con el misterio y presenta piezas de un rompecabezas que el lector va armando poco a poco, casi a la par de la protagonista.
Ese es otro elemento, la protagonista. Melanie tiene diez años, vive en una celda y no sabe porqué la atan a una silla de ruedas y la llevan a una clase con otros niños atados a sillas de ruedas. Tampoco sabe porqué su maestra favorita, Miss Justineau, se pone triste cuando ella habla sobre lo que quiere ser cuando sea grande. La novela logra poner en el centro a una protagonista en la que no se puede confiar (a nivel de la trama y a veces a nivel narrativo) y logra generar sentimientos ambivalentes sobre su verdadera condición. ¿Cómo puede haber tantas sombras y secretos alrededor de una nena de diez años? ¿Cómo puede ser que genere tanto miedo?
La novela, además, presenta una de las innovaciones más interesantes dentro de la literatura de ciencia ficción que leí en este último tiempo, porque basa el despliegue de un factor clave en la trama en un patógeno basado en un hongo que realmente existe (¡piel de gallina y pesadillas aseguradas!). Hay un trabajo muy meticuloso en la forma en que se despliega la ciencia y, al mismo tiempo, hay mucho cuidado en la forma en que se presentan estos temas: siempre se comprende qué está pasando y qué significan las referencias médicas y jamás se vuelve pesado. Todo un logro dada la magnitud de lo que se propone.
A esto se le suma un desarrollo muy interesante de personajes diversos y marcados por las circunstancias difíciles en las que viven, que despliegan vinculaciones reales y coherentes dentro de las situaciones que tienen que atravesar.
Y, como si fuera poco, The girl with all the gifts tiene uno de los MEJORES finales que leí en toda mi vida. Es coherente, es crudo y se corresponde a la perfección con el tono que toma el desarrollo de la historia. In-cre-í-ble.
Esta es, sin duda, una de las mejores novelas que leí en lo que va del año. The girl with all the gifts trae lo mejor de la ciencia ficción: una historia postapocalíptica muy realista y posible,
cargada de misterio y suspenso, una atmósfera espeluznante y alienada, personajes atípicos con historias y decisiones densas, una propuesta científica que retuerce los estereotipos trillados y un final que es una bomba.
Leanlo y disfruten (y sufran).
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